jueves, 17 de julio de 2008

La Mafia Sindical

Cuando el año pasado comencé una investigación periodística sobre la actividad sindical en la Argentina, los primeros comentarios que recibí fueron de que eran todos unos mafiosos y que todos eran unos corruptos, pero que nada se podía hacer, porque nadie hacia nada para que eso cambie.
Después de un tiempo de investigar e incluso convivir con algunos dirigentes sindicales, afiliados y simples trabajadores (lo de simples es por el hecho de que no participan gremialmente, sino solo trabajan), llegué a la conclusión de que, si bien es cierto que muchos sindicalistas son una mutación dañina para los trabajadores, existen algunos aunque pocos que intentan generar un cambio.
El problema es el aparato que sostiene a los dirigentes clásicos por llamarlos así.
Estos sujetos que hace tiempo dejaron la lucha gremial, son hoy profesionales sindicalistas de la simulación. Sí, porque no ganan por carisma o capacidad, sino por “viveza”, esa triste habilidad que aprendieron de los políticos.
Así se apela a los arreglos, los aprietes, el fraude, y toda modalidad que permita perpetuarse al frente de un sindicato, que ya no trabaja para los trabajadores, sino para intereses personales.
Se rodean de inescrupulosos y ambiciosos abogados, que al igual que sus clientes no se destacan por capacidad intelectual, sino que son hábiles “arregladores”. No los llamo mediadores porque entiendo la mediación como otra cosa.
De esta manera, los trabajadores sólo son una cuota que sostiene a parásitos y delincuentes.
Lo grave no es su falta de representación. Lo grave es que se postulan sólo para sostener sus actividades personales.
Así tenemos dirigentes gremiales que viven como el mejor gerente de una multinacional, que visten como agentes de bolsa y que por nada quieren parecer un trabajador.
Utilizan vehículos importados con vidrios polarizados para trasladarse y custodia, al mejor estilo mafioso.
Tanto intentan diferenciarse que hasta se compran parcelas en cementerios privados. Ni muertos quieren estar cerca de los trabajadores que dicen representar.
Y surge la pregunta ¿por qué los eligen?
Si bien uno puede pensar que estos son hábiles para engañar y que todos los trabajadores son unos tontos, la realidad es que no son elegidos por mayoría.
Basta con investigar un poco en cómo se desarrollan las elecciones en muchos sindicatos, para entender que es la voluntad de unos pocos y la desilusión de muchos.
Pasa lo que le ha pasado a muchos instituciones en nuestro país: la política ha ido corrompiendo, o mejor dicho los malos políticos han corrompido todo lo que tocan.
Así los dirigentes sindicales buscaron financiar a políticos y obtener un respaldo a sus acciones a cambio de… y donde todo se mezcla.
Terminaron reunidos con las patronales negociando en beneficio propio.
Después de todo los trabajadores son rehenes de las decisiones de éstos, estén o no afiliados al sindicato que les corresponde.
Si bien existe la Ley de Asociaciones Sindicales, que aunque escueta, fija qué actividades están vedadas a las empresas con respecto a los sindicatos, esta normativa como muchas otras en nuestro país, parecen ser sólo letra muerta, y ni que hablar del desprolijo y hasta corrupto actuar del Ministerio de Trabajo de la Nación, con funcionarios ineficaces, corruptos y ociosos.
Este ministerio se ha transformado en el respaldo de muchos dirigentes cuestionados.
Algunos hasta requeridos por la Justicia por sus administraciones fraudulentas, y otras yerbas, siempre encuentran una soga para seguir con algún curioso dictamen ministerial, en el que la Ley siempre encuentra una interpretación distinta de la que originó la norma.
Curiosa capacidad en una República, donde funcionarios, administran no sólo justicia, sino que interpretan o modifican Leyes, muchas veces sin los conocimientos o la experiencia básica en la materia.
Con esta introducción de algo que todos conocemos, vengo tratando de aportar algo de luz y de información a los trabajadores que no tienen el tiempo, ni la oportunidad de ser informados de lo que realmente ocurre.
Pronto a culminar la investigación periodística actual en la que una vez más los trabajadores de un sindicato son dejados de lado para financiar las campañas electorales de allegados a un infame Secretario General que desprecia a los trabajadores, que ha estafado a los mismos liquidando el patrimonio del sindicato, que asesorado por un inescrupuloso abogado, y dejando de lado la salud de los afiliados que deben esperar meses para los reintegros o no se les otorga los medicamentos prescriptos, ahora juega a financiar a nuevos políticos, pero viejos simuladores, responsables del estado actual de los sindicatos, habiendo perjudicado a muchos trabajadores.
Pero ésto no queda sólo en ellos. Con la participación de algunos empresarios locales y otros de empresas internacionales, éstos no solo obtienen fondos, sino personal para ser “usado” para sus campañas políticas, además de que a éstos que “usan” les cancelan los créditos personales con el pago de la retención gremial de los demás trabajadores.
Resultado: los trabajadores de un establecimiento pagan los créditos de estos “elegidos”, pero al ingresar menos dinero al sindicato, son todos los trabajadores del rubro perjudicados.
Al parecer, en tiempos de campaña todo vale, y esto a nadie le importa.
Realizando la investigación me comuniqué con diferentes ONG´S y partidos que dicen defender los derechos de los trabajadores, que publican lindos artículos denunciando el fraude de estos dirigentes, pero que al parecer no quieren llegar a más que eso, a reclamar algo sin sustento, a sólo ser expresiones, ya que si bien dijeron interesarles el tema no han colaborado con aportar los casos que ellos dicen conocer, entonces surge la pregunta del titular,¿a quién le importan los trabajadores?.
Cuando el informe esté terminado, que será en breve, conoceremos todos los nombres de los implicados, y una lista de quiénes fueron contactados al respecto.
Como siempre, encontré en algunos periodistas el apoyo para llegar a la verdad de esto que afecta a miles de trabajadores, pero a muchas más personas que viven del trabajo de estos hombres, que hacen a la producción interna de la Nación, que sostienen la industria, pero que también deben alimentar a estos parásitos disfrazados de sindicalistas. Nunca tan cierta la frase de Jesús, que cito: -Seréis conocidos por sus actos y no por lo que digan.

MARCELO RICARDO HAWRYLCIW
DIRECTOR PERIODÍSMO INVESTIGACIÓN
FELAP N° 496

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuantas verdades dice este tipo!!

Hojala todo lo que dice no caiga en saco roto, y de una vez por todas empiecen a mejorar las cosas en nuestro pais.

Anónimo dijo...

MUNDO NUEVO Un sueño, una utopía para muchos. Para otros, una realidad que solo espera su momento ideal para aparecer en el horizonte. En realidad, creamos un mundo nuevo siempre cuando tenemos pensamientos positivos, amor en el corazón hacia los demás y respeto por la naturaleza. Pero, fácilmente lo podemos destruir; así que, hay que tomar mucho cuidado. Sin embargo, para crear un mundo nuevo, hay que desarrollar una mezcla de amor y desapego por el mundo viejo; no se puede crear un mundo nuevo, mientras el viejo todavía permanezca. Así que, hay que entender la situación actual en la que vivimos y mirar hacia adelante, al momento en que el sol venga definitivamente a terminar la noche oscura.